miércoles, 7 de enero de 2015

Vuelta a Finlandia

Ha sido genial poder estar estos días con mi familia. No se esperaban mi llegada y, al verme, todos acabaron llorando, fue muy bonito.

He aprovechado al máximo para compartir estos días con mi familia, ya no los veré más hasta junio. Me he divertido mucho jugando con mis pequeños, Sultán, Chopi y Creamley.

El sol me ha sentado bastante bien, me ha recargado las pilas.

Os cuento una anécdota respecto al sol: en vuelo de ida a España la mayoría de los pasajeros éramos españoles. En un momento del vuelo el sol empezó a entrar por las ventanas y todos exclamamos a la vez: ¡ooohhh!¡El sol! Nos hizo mucha gracia que todos tuviésemos exactamente la misma reacción, a si que empezamos a hablar unos con otros y coincidimos en los mismo, todos llevábamos dos meses sin ver el  sol.

Al bajar del avión estábamos como a unos 10 ó 12 ºC, hacía mucho calor para mí. En Madrid, todo el mundo iba abrigado y los que llegábamos de Finlandia con el abrigo en la mano. Se notó que veníamos del norte.


En este periodo de vacaciones he echado de menos la sauna y, por supuesto, la nieve. Menos mal que a mi vuelta a Finlandia la nieve estaba aquí esperándome acompañada de una temperatura de -15 ºC, realmente maravilloso.